La Comisión Regional de Competitividad del Quindío


Los quindianos nos acostumbrados a oír argumentos que embelesan y nos ponen a soñar con un mejor porvenir: que tenemos una posición geoestratégica en el triángulo de oro de Colombia, que el túnel de La Línea y la doble calzada que atraviesa la cordillera nos unirá al mercado de Bogotá y traerá más turistas, que la doble calzada Calarcá - La Paila nos acercará al Valle, que la modernización del aeropuerto El Edén atraerá visitantes nacionales y extranjeros, que la operación del tren hacia Buenaventura hará posible una plataforma logística de carga, que por pertenecer al PCC vendrán turistas de todas las latitudes, en fin, muchas cosas importantes y beneficiosas.

Pero nada de esto será aprovechable de no avanzar en sólidos programas de apoyo empresarial, educación, CT+i y fortalecimiento de la productividad y competitividad empresarial. Pues no basta con una buena infraestructura y ser pate del PCC para que llegue el anhelado desarrollo, sino que es fundamental prepararnos para usufructuar las oportunidades que se presentan.

De ahí que sea esencial activar la Comisión Regional de Competitividad (CRC), interlocutor válido entre el departamento y el Gobierno Nacional en temas de desarrollo productivo y espacio por excelencia para articular la competitividad con la ciencia, tecnología e innovación. La CRC fue creada en 2008 en el gobierno de López Espinosa, administración que trabajó con el sector privado y las universidades alrededor del Plan Regional de Competitividad. Pero desafortunadamente la Comisión no fue prioritaria para el anterior gobierno y en la presente administración aún no logra la dinámica requerida.

Recordemos que una CRC activa, que articule a los sectores público, privado y académico con el fin de fortalecer la competitividad de las empresas y mejorar el entorno para los negocios, permitirá enfrentar de forma adecuada los enormes desafíos sociales y económicos que tenemos.

El departamento está en mora de contar con una política de desarrollo productivo de mediano plazo que garantice continuidad y evite traumatismos en los cambios de gobierno, política que impulse el Programa de Rutas Competitivas ejecutado por la Cámara de Comercio en los últimos años para el turismo de experiencias, cafés especiales y cueros de alta gama, y que sentó las bases para avanzar en la organización de los clústeres de café y cueros, tal como lo hacen con éxito en Bogotá, Antioquia y Valle.

A esto se suma el necesario apoyo a las cadenas productivas con potencial de exportación priorizadas para el Quindío por el Programa de Transformación Productiva en los sectores agroalimentario, sistema moda, industrias 4,0, metalmecánica y turismo. Sin olvidar los proyectos de innovación empresarial con las plataformas de innovación abierta y vigilancia tecnológica, amén de la necesidad de mejorar el ambiente para los negocios que mide para Armenia el Estudio Doing Business.

Como pueden ver, son muchos los retos y desafíos que requieren la conjunción de esfuerzos y sinergias, propósito que solo se pueden lograr a través de mecanismos como los que brinda una Comisión Regional de Competitividad.


Armando Rodríguez Jaramillo  

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