La política nuestra

Armando Rodríguez Jaramillo (Armenia - Quindío)

¿Y tú con quién estas? Para responder a ésta pregunta de época electoral la gente hace cábalas a cerca de las probabilidades de éxito de éste o aquel candidato con base en la maquinaria política que lo acompaña, al supuesto apoyo de gobernantes en ejercicio y a sus fuentes de financiación. Y así se van tejiendo expectativas y las personas se van alineando con la esperanza de quedar bien ubicados y obtener beneficios si su candidato sale triunfador, quedando en el olvido los programas de gobierno que cada postulado inscribió ante la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Algo similar suele suceder con los aspirantes a consejos y asamblea, pues se dice que muchos definen a qué candidato a alcalde o gobernador apoyarán de acuerdo a las ayudas económicas ofrecidas y al endoso de líderes barriales que manejan grupos de votantes.

Pero además de este tira y encoge de conveniencias, también se da que algunos, ante la pregunta de con quién está, responden sin pudor y con marcada sumisión: Yo soy de fulano de tal.

Y en medio de esta realidad política, que cada vez se distancia más del  voto programático que fue el espíritu de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, están los que creen que el ejercicio de la política tiene que ver con el arte de gobernar y administrar los recursos públicos con el fin de alcanzar progreso y mejorar la calidad de vida de la población. No sé, pero no puedo ocultar que en ocasiones el proceso eleccionario se me parece a una carrera de caballos en la que unos le apuestan al ganador mientras que otros van por la quiniela.

Tendré entonces que decir que simple y llanamente soy un ciudadano común y corriente que trato de ejercer mi libertad de pensar y decidir entre lo que cada uno propone ante un eventual gobierno suyo. Es por esto que añoro el debate de las ideas que lleven a la  superación de los problemas que esta sociedad tiene en asuntos de salud, educación, equidad, seguridad, medio ambiente, fortalecimiento empresarial, generación de empleo, inclusión, articulación social y muchos más, con el fin de votar por el que más claridad mental y garantías ofrezca para que esta comunidad transite con éxito hacia el progreso y bienestar.

No obstante, me queda la impresión que desafortunadamente el debate de las ideas está siendo opacado por el ruido de los escándalos e insultos y por acusaciones de compra de candidaturas, clientelismo y participación de gobernantes en política.

Ante esta realidad, cómo no recordar la frase de Álvaro de Fegeroa Torres (1863 – 1950), político español conocido como el Conde de Romanones: Más fácilmente que a una pareja de bueyes se conduce a un pueblo, pero ¡ay del conductor si los bueyes recuerdan que fueron toros!

Publicar un comentario

0 Comentarios