El 25 de junio de 2011 la UNESCO declaró
al Paisaje Cultural Cafetero Colombiano
como Patrimonio de la Humanidad en reconocimiento
a una cultura y un territorio que demostraron tener un valor universal
excepcional.
El territorio del PCC
El PCC comprende 858 veredas de 51
municipios de los departamentos de Quindío, Caldas, Risaralda y Valle del Cauca
en la zona central colombiana, donde, gracias a una espectacular naturaleza expresada
en fértiles suelos, abundantes recursos hídricos y exuberante fauna y flora, se
dio en los últimos cien años el desarrollo de una caficultura que se
enorgullece de ofrecer al mundo unos de sus
mejores café suaves de alta calidad.
Su riqueza cultural y patrimonial
En este territorio se conjugan múltiples expresiones culturales y
patrimoniales expresadas en la arquitectura tradicional del bahareque de la
colonización antioqueña, saberes culinarios y gastronómicos , sitios tradicionales
llenos de historia como las fondas, vestuarios autóctonos como los del arriero
y chapolera, festividades folclóricas asociadas al café, múltiples manifestaciones
de productos artesanales y una valiosa tradición en mitos y leyendas, que junto
a la caficultura y los recursos naturales, moldearon de forma especial y única
lo que hoy se conoce como el Paisaje Cultural Cafetero.
Actividades productivas
El café y turismo son las dos actividades
productivas que sobresalen en este territorio:
El café ha sido la base de la
economía, el producto que dio identidad
a la región y al alrededor del cual se forjó el Paisaje Cultural Cafetero,
por lo que su conservación definitivamente pasa por la existencia de un negocio cafetero económicamente
rentable y competitivo, que produzca un grano
que de alta calidad que tenga la capacidad de ofrecer una experiencia de sabor única
al consumidor final. Es por esto que hoy más que nunca cobra vigencia, como
estrategia de conservación de la caficultura, las propuesta de segmentos de
negocios de cafés diferenciado identificados en la Rutas Competitivas realizadas en departamentos como Quindío, Tolima
y Nariño.
El turismo, además de ser una
actividad importante en la región, ha
permito que en Colombia y el mundo se conozca y aprecie el Paisaje Cultural
Cafetero, lo que lo convirtió en una vitrina permanente, que el café por sí
solo, no lo hubiera podido lograr, poniendo
a la región en el mapa de los destinos turísticos internacionales. Esto aumentó
el sentido de pertenencia y produjo mayor apreciación y compromiso de los
habitantes con su cultura y patrimonio, por lo que estrategias como las Rutas del Paisaje Cultural Cafetero han
permitido que el visitante viva y disfrute de la inigualable experiencia de la
cultura del café
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